Hasta aquí llegan los eventos de la semana. Sin entrar a valorar la iniciativa, que siempre que fomenten el consumo y divulguen el conocimiento serán positivas, la organización, en sus propias palabras, trata de conseguir el éxito logrado en otras ciudades europeas en donde se ha realizado de manera anterior este tipo de celebraciones.
Pero hagamos una comparativa rápida por cómo se ha desarrollado esta iniciativa en otros lugares, por ejemplo Londres, y nos permitirá obtener una mayor perspectiva que ayuden a sacar, o no, algunas conclusiones.
El London Restaurant Festival tuvo lugar entre los días 8 y 13 de Octubre. Una celebración en la que, distribuidos por todos los actos celebrados, participaron más de 500 restaurantes.
Entre las actividades que se llevaron a cabo fueron:
- Una lista innumerable de restaurantes que ofrecían diversos modelos de menús y de precios. Entre los más habituales, un menú de almuerzo por £15 y el de cena por £25.
- El Gourmet Odyssey - una peculiar gincana que te llevaba por diversas áreas del centro de Londres, en donde, empezabas con una copa de champán en el Met Bar, y seguías por tomarte el entrante, el plato principal y el postre, respectivamente en cada uno de los restaurantes seleccionados en la gira: Nobu, The Square y The Greenhouse son unos ejemplos.
- Cena benéfica en el London Eye elaborada por el chef star Gordon Ramsey, y en la que un postor llegó a pagar £23.000 por una de las mesas, las cuales estaban situadas en el interior de la cápsula de la noria.
- Un gran asado, en el coqueto mercado de Leadenhall, en donde grandes chefs de renombre londinense como Fergus Henderson, Jeremy Lee, Richard Corrigan y Mark Hix entre otros, cocinaron varios asados tradicionales como un cerdo entero horneado, el clásico roast beef, además de otras elaboraciones como brochetas de codornices, carrilleras de cordero y demás, que suscitó la asistencia de 800 comensales y un aspirante a periodista gastronómico.
- Un concurso, también con aportaciones benéficas, entre chefs y críticos gastronómicos, cada uno en un bando, en el que contestar preguntas trampa de contenido culinario. Ganaron los cocineros, como era de esperar.
- Un festival de cine por diferentes salas de la ciudad, en el que, tras la exhibición de la película, degustabas unos ágapes que guardaban relación con el pase realizado. Una de ellas fue Jamón, Jamón. Pero, ahora, no recuerdo que pusieron de comer…
- Cenas organizadas en el tejado del templo comercial de Selfridges por Pierre Koffmann, un afamado chef, ya retirado, que volvió a ponerse los atuendos para la ocasión. Tal fue el colapso por conseguir la reserva que la iniciativa se ha prolongado a todo el mes. En el ya tradicional vinito que me tomo los jueves con su hijo, me comenta que está siendo un rotundo éxito.
- Además de charlas y conferencias organizadas durante la semana y algunos eventos más de menor trascendencia.
Todo bien aderezadito con la fiesta inaugural organizada por Vanity Fair en Quaglino’s y la posterior de clausura con la entrega de premios en el Pizza East de Shoreditch.
Que cada uno saque sus conclusiones, si es que las hay. No es mi intención menospreciar las iniciativas que se llevan a cabo y que tan buen, y esperado, efecto suponemos que tendrán. He intentado, simplemente, mostrar lo que recibo de mi experiencia: hay otros caminos.
1 comentario:
zzzzzzzzzzzaaaaaas,en todo el cielo de la boca a la organizacion,efectivamente esto es españa y somos infinitamente mas simples y prebisibles.
Cuanto camino nos queda por aprender,seguimos estando detras del pensamiento y la seriedad europea para algunas cosas.
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