Se ha celebrado el Restaurant Show 2009 en la ciudad de Londres. La feria de gastronomía organizada por la revista Restaurant y que para su vigésimo primera edición, entre los días 12 y 14 de octubre, tuvo como escenario el recinto de Earls Court 2 en el distrito de Kensington de la capital británica. De manera paralela, en la feria se llevaron a cabo diferentes actos como conferencias, exhibiciones y competiciones que buscan, en términos de sus organizadores, maximizar el potencial de los negocios hosteleros mediante la muestra y el intercambio de las innovaciones acontecidas a lo largo del año en el sector. Hasta aquí, nada nuevo que de una feria no se conozca.
En cambio, si resultó atractiva, y como plato fuerte de la programación en el día inaugural, una entrevista en directo a Ferrán Adriá por Paul Wooton, director de la mencionada revista. En dicho diálogo, el chef español hizo un recorrido teórico a modo de time-line por el desarrollo de sus técnicas en la cocina de El Bulli durante los últimos veinte años: desde las espumas al nitrógeno, las gelatinas calientes, sprays y demás destrezas innovadoras que despertaron la atención de un público que atiborraba las escasas gradas y los pasillos.
Este éxito de asistencia, por el contrario, dejó deslucidas el resto de las actuaciones del día, incluso de las jornadas, realizadas por chefs de renombre del repertorio británico como: Nic Watt (restaurante Roka), Marcus Eaves (L’ Autre Pied), Richard Corrigan (Corrigan’s Mayfair), Michael Caines (Gidleigh Park) y así un largo etcétera que durante tres días pasaron por un escenario, en donde la escasez de medios audiovisuales no permitieron observar la delicadeza de elaboraciones como una ballottine de pulpo por Philip Howard (The Square) y el manejo por Vineet Bhatia (Rasoi) de un pato confitado en korma de coco. Sin duda, un problema, el de la mayor inversión en logística audiovisual, que la organización tiene pendiente por mejorar.
En el centro de reuniones, y como novedad en este curso, se desarrolló un amplio programa en el que diferentes expertos llevaron a cabo charlas sobre la realidad más candente dentro del sector: el posicionamiento ante la consabida recesión, el impacto de la crítica periodística en el restaurante y la inversión en el negocio hostelero, por señalar algunas a modo de ejemplo. Entre los debates de más interés, el coloquio entorno al tema de la contratación del personal, su formación y mantenimiento, que tuvo, como momento álgido, el planteamiento sobre la participación en las ganancias del negocio por parte del empleado mediante los llamados bonus, y en el que se vertieron opiniones diferenciadas dependiendo de la posición en que se divisase el asunto: si patrón o marinero.
Entre las diversas competiciones exhibidas, surgió llamativo el concurso Gastropub Challege, el cual coronó como ganador al pub The King William situado en la ciudad de Bath. El concurso viene a reconocer el incremento en las buenas maneras de este tipo de establecimientos, en donde, y por lo general, el comensal encuentra una cocina basada en el rico producto local, elaborada dentro de hermosas casonas en un entorno de plácidos parajes campestres.
Como mención especial, dentro de los acontecimientos de la semana, destacar la gala de los National Restaurant Awards 2009 que tuvo lugar en el Hurlingham Club del barrio de Putney. Unos premios que organiza la susodicha revista Restaurant para elegir los cien mejores restaurantes del año en el Reino Unido, a imagen y semejanza de la lista que confecciona a nivel mundial. Una pura estrategia de marketing que, a juzgar por la repercusión y el beneficio reportado, la revista ha demostrado que sabe y quiere exprimir. A tal punto llega su éxito, que en la actualidad los chefs reconocen el anhelo por aparecer en la exclusividad de su cuadro de honor más que entre los tri-estrellados de Michelin. Sin duda, una lección que ilustra los pasos por delante en que históricamente se encuentra el periodismo anglosajón.
El podio de este año esta compuesto por: en tercer lugar, The Walnut tree, que desde Gales asombra con el tratamiento dado a productos como la caza, las mollejas de ternera y el marisco; en segunda posición, Hibiscus, bajo la batuta del chef francés Claude Bosi, el cual reconoce en su admiración por Robuchon las influencias de su cocina; y como medalla de oro, el Sr. Blumenthal con su The Fat Duck, una primera posición que le otorga el veredicto popular de inocencia acerca del tan manido asunto de la intoxicación por las ostras.
En definitiva, unas jornadas que sirvieron para consolidar el posicionamiento de la escena culinaria británica como una de las más excitantes del mundo, según palabras de la organización. Ya saben ustedes: para gustos, los colores.
1 comentario:
…vale. La crónica también la dominas. Cuándo dices que bajas ?!?!?!?
Publicar un comentario