Eros, el conocido Dios de la mitología griega, tiene su propia estatuilla en una de las más famosas plazas del pueblo. Estos días la tuvieron de reparación y limpieza.
Simbólico? Alegórico? Metafórico? Cuanto menos me ha resultado anecdótico comprobar como el Dios que encarna el amor necesita de cuidados.
Y me parece que es así, el amor, y en general, todas las buenas relaciones humanas, necesitan de cuidado y atención para su mantenimiento, su crecimiento, su solidez, su mejora. No hay vuelta de hoja, o se cuida o se descuida.
Y lamentablemente nuestro actual ritmo de vida no favorece los mejores mimbres para ese cesto. Cuidar nuestra relación, y nuestras relaciones, es una buena manera de cuidarnos a nosotros, de desarrollarnos como individuo. Y cuidarnos de nosotros es una buena manera de cuidar nuestro entorno, de completar nuestro ser social.
Pero la evidencia demuestra que no hay formula. La historia de las relaciones se continúa escribiendo por sus éxitos y fracasos. Y la literatura ha vertido, y continua haciéndolo, innumerables posturas sobre ello.
Aquí, un ejemplo (y mi homenaje): Sobre El Amor. Carl Gustav Jung. Antología de textos extraídos de sus obras y reflexiones.
1 comentario:
Qué bonitooo…
Suscribo tó.
Gracias, guapo
Publicar un comentario