domingo, 13 de abril de 2008
Borough Market
Me gustan los mercados, me pase demasiado tiempo en uno, pero siempre que visito una ciudad busco la ocasión para reconocer alguno. Dan mucha información del lugar, de sus gentes, sus costumbres y de lo que comen. Es el encuentro de humanos para un intercambio comercial. Una actividad que vaya a usted a saber cuando empezó, pero seguro no ha cambiado mucho.
Me encanta ver sus vitrinas, sus mostradores. Me fijo mucho en los vendedores, sus atuendos y sus formas. El comerciar y el vender como todo, bien hecho, es un arte. Que agradable es dejarse embaucar cuando se hace bien. Esta gente lo hace. Saben y conocen lo que venden y hacen de eso su vida. Y además se les ve que disfrutan.
Me atrapan los productos: su frescura, procedencia, forma, color…por eso cuando me entere de la existencia de este, aquí en Londres, fui a visitarlo. Y me encanto el espectáculo. Una nave bajo las vías del metro, con un aire clandestino, repleta de puestos ordenadamente descolocados.
Se entremezclan los de abastos con los de cocina elaborada. Esplendida verdura de temporada con pescados recién llegados de puerto. Aves y caza, pates, quesos, vinos, solo por nombrar algo. De aquí y de allá (India, sudamerica, Espana...tierras extranas). Y muy bien cuidadito.
El otro día me comí una ostra recién abierta. Su frescura y un sabor salado, casi acido me perfumo toda la boca.
Volvere…
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario